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Una
de las mayores leyendas de la historia de las Artes Marciales Mixtas pondrá fin
a su carrera el próximo 7 de julio. Tito
Ortiz cerrará su trilogía con
Forrest Griffin en el UFC 148 y se retirará de la práctica profesional del
deporte, antes será inducido al Salón de
la Fama debido a su ilustre trayectoria.
Usen
el Hash Tag #GraciasTito en Twitter para decirle a Tito porqué lo recuerdan y qué le
agradecen, y sean parte de la conversación.
Mucho
se habla, se habló y se hablará del “Chico
malo de Huntington Beach” devenido a “El
campeón de la gente” en sus últimas presentaciones en UFC. El cambio de
apodo habla por sí solo. Tito Ortiz ya tuvo una época dominante que quedará
marcada con letras doradas en los libros de historia de las Artes Marciales
Mixtas y ahora lo único que busca es poner un punto final que sea recordado por
siempre.
La
recta final se inició hace mucho y
tal vez no sepamos cuándo fue el día cuando Tito tomó la decisión de retirarse
o el tiempo desde que dijo el próximo 7 de julio será su última pelea. Lo que
sabemos es que hace un año estaba en la cuerda floja. Todas las luces estaban
sobre su rival del UFC 132, Ryan Bader, y muy pocos destellos caían sobre él.
Pero
Ortiz demostró que no se daría por vencido, conectó un buen golpe y sometió a
Bader con una guillotina perfecta. Tras ello llegaron derrotas contra Rashad Evans y Antonio Rogerio Nogueira, pero eso no debe borrar su imagen
dominante. Esa que ingresó al octágono por primera vez el 30 de mayo de 1997 y dio qué hablar.
Fue
campeón de peso mediano (ahora
semipesado) de UFC desde el año 2000 hasta el 2003, defendiendo 5 veces el
cinturón, ganó 6 peleas con el
título en juego, peleó 9 veces por él y lo hizo durante 28 asaltos, siendo estos records dentro del octágono.
Su
inclusión en el Salón de la Fama es más que obvia. Compartirá ese honor, entre
otros, con Ken Shamrock (a quien venció
en tres ocasiones) y con dos de sus mayores sombras en este deporte como Randy Couture y Chuck Liddell, peleadores con los que cayó derrotado.
Ahora
el camino parece haber llegado a su fin. Las constantes lesiones lo mantuvieron
mucho tiempo afuera, su espalda ya no es la misma que hace 15 años cuando eran
un joven de 22 años con ansias de triunfo.
Con
37 ingresará al octágono por última vez y UFC le ha cumplido su deseo: Cerrar
la trilogía con Forrest Griffin. Un
duelo que comenzó el 15 de abril de 2006
con victoria por decisión dividida para Ortiz y que continuó el 21 de noviembre de 2009 con triunfo por
la misma vía para su oponente.
“Hemos
sacado lo mejor del otro cada vez que peleamos. Estoy muy orgulloso de lo que
he logrado en mi carrera, pero creo que la gente me recordará que mis combates
más emocionantes fueron contra Forrest. Las peleas anteriores fueron como una
película de Rocky y esta tercera también lo será”, reconoció Tito.
Algunos
records quedarán, otros tal vez se rompan, pero la mejor enseñanza que dejará Tito Ortiz a generaciones futuras es su
frase de cabecera: “Prepárate para lo
peor y lo mejor sucederá”.