Wanderlei
Silva
cosechó su tercera derrota consecutiva como entrenador luego de la caída de su
pupilo, John Macapá,
frente al experimentado Rodrigo Damm. De esta forma, Vitor Belfort
mantiene el invicto, retiene el control del próximo combate y ve cómo su equipo se fortalece a
costa de la desgracia del conjunto rival.
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Los
triunfos de los competidores del equipo verde (Belfort) Godofredo Pepey
y Daniel Sarafian
fueron socavando la confianza del equipo azul (Silva) que parece haber perdido
el hambre que tanto caracterizó a su entrenador.
Mientras
tanto, en la casa, Anistávio Casper
Ron (Gasparzinho) sigue haciendo de las
suyas, interrumpiendo el sueño de sus compañeros en medio de la noche. Ron Jason,
quien sufre de insomnio, le recriminó a Gasparzinho y, desvelado, decidió ir a
entrenar en horas de la madrugada. El
sonido de los golpes de puño y patadas de Jason despertaron a Damm y Sarafían
quienes protestaron frente a esa actitud egoísta. Más tarde, ambos (Casper y
Jason) se disculparon públicamente con sus compañeros.
Vitor
y sus asistentes dudaron a la hora de seleccionar al próximo representante de
peso pluma y la decisión parece haber sido la correcta. Hugo Wolverine
y Rodrigo Damm eran las opciones más seguras. Francisco Filho,
asistente de Belfort, se inclinó por el segundo, quién fue finalmente el
seleccionado.
Ambos
competidores cumplieron con el pesaje reglamentario y registraron en la báscula
66kg. Macapá fue quién más dificultades tuvo para dar el peso, teniendo que
desnudarse por completo para no excederse del límite.
El
duelo fue bastante equilibrado de principio a fin. Rodrigo Damm debió batallar
durante tres asaltos para llevarse la victoria en decisión dividida.
Los dos competidores salieron a por todas desde el primer instante,
intercambiando golpes francos con malas intenciones. Damm consiguió derribar a
su oponente que logró incorporarse segundos más tarde.
En
el segundo asalto el rendimiento de Damm fue mermando producto del cansancio.
Macapá estuvo más activo, conectando algunas patadas bajas que hicieron mella
en los desplazamientos de Rodrigo. La estrategia de Damm fue siempre la misma:
tratar de llevar el combate a la lona. Los derribos del veterano fueron
telegrafiados en este segundo asalto y fácilmente defendidos por Macapá.
El
round de desempate sentenció el combate en favor de Damm. Un espectacular
derribo y el posterior control en la lona le dieron una leve ventaja por sobre
su contrincante. Macapá trató de revertir la desventaja en los últimos
segundos, tomando la espalda de Damm aunque ya era demasiado tarde.
Rodrigo
Damm se convirtió en el segundo semifinalista de peso pluma con sangre, sudor y
lágrimas:
¨Fue
una de las peleas más difíciles de mi vida¨ señaló Damm visiblemente
emocionado.
El
vestuario verde era pura alegría y satisfacción por el trabajo en equipo:
¨Usted
luchó contra el tipo más duro de ellos¨ exclamó un Belfort eufórico hacia su
pupilo.
Wanderlei
se mostró, una vez más, en desacuerdo con la decisión de los jueces y no le
encuentra explicación a la presente situación.
